"CIUDADAN�A BIEN INFORMADA"

IPROVINCIAS INCOMUNICADAS � Desde las primeras horas de la madrugada una caravana de campesinos provenientes de Ja�n, Ayabaca y Huancabamba tomaron las carreteras.
� Ronderos y autoridades piden se deroguen decretos que permiten la actividad minera.

Escriben: Germ�n Garc�a. Huancabamba
Juan Sousa. Ja�n.
Fotos: Juan Gil.

La movilizaci�n fue pac�fica, pero contundente. Desde la madrugada, miles de campesinos bloquearon ayer las principales v�as de acceso a Ja�n (Cajamarca) y a la serran�a de Piura en Huancabamba y Ayabaca en protesta por los trabajos de exploraci�n de la minera Majaz en la zona. 

Pese a que la medida de protesta fue masiva porque logr� que pobladores y campesinos de diversas zonas rurales y urbanas se sumaran a la paralizaci�n, no hubo enfrentamientos con la polic�a ni detenidos.

�Solo habr� paz si no hay mina�. Era la consigna de los manifestantes. La raz�n: a�n est� fresco el derrame de mercurio en Choropampa (Cajamarca) y las revueltas de Tambogrande que propiciaron el cierre de la empresa Manhattan. 

Hay un temor cada vez mayor a la actividad minera que ha propiciado una movilizaci�n interregional. Incluso, en la misma ciudad de Cajamarca defensores del medio ambiente realizaron ayer una marcha en solidaridad con sus vecinos y en contra de la minera Yanacocha que opera en la regi�n.

Quiz�s en Ja�n las protestas se sintieron en mayor grado. Desde las 2 de la madrugada, los campesinos bloquearon carreteras y cuatro horas m�s tarde protagonizaron un mitin en la Plaza de Armas de la ciudad, en el que exigieron el retiro inmediato de Majaz.

18 horas de bloqueo 

Los ronderos se distribuyeron en varios grupos y durante m�s de 18 horas impidieron el tr�nsito vehicular en el centro de la ciudad de Ja�n. Los mercados y principales centros de abastos permanecieron cerrados y se paraliz� el transporte interprovincial. 

La multitudinaria marcha fue encabezada por el alcalde provincial, Jaime V�lchez Oblitas; el vicario de Ja�n, Francisco Muguiro Ibarra y el dirigente regional de las rondas campesinas, Gregorio Santos de Guerrero. A ellos se unieron los agremiados del Sutep, construcci�n civil, los cesantes y los jubilados.

Al igual que en Huancabamba y Ayabaca (los otros dos epicentros de la paralizaci�n), los campesinos solicitaron a las autoridades la derogatoria de los decretos supremos 021, 022 y 023 que autorizan actividades de exploraci�n y explotaci�n minera en las provincias de San Ignacio, Ayabaca y Huancabamba. 

Al otro lado 

Huancabamba tambi�n qued� aislada con el cierre de carreteras en diversos puntos: Quispampa, Santa Cruz y Canchaque, v�as que conducen a Piura.

Al interior de la provincia, no hubo acceso a Sapalache (capital del distrito Carmen de la Frontera) y a la carretera que lleva a las lagunas de Las Huaringas.

En la Plaza de Armas de Huancabamba, llegaron a concentrarse m�s de 5 mil ronderos de los diferentes caser�os y distritos de la provincia como Quispampa, Francisco Santa Cruz Huam�n, Huancaparpa Bajo, Pariamarca Alto, Segunda y Cajas.

Valent�n Quevedo Peralta, alcalde provincial de Huancabamba, reafirm� su oposici�n a la actividad minera en cualquier sector de su jurisdicci�n. Hasta el cierre de esta edici�n, los ronderos a�n evaluaban la posibilidad que el paro fuese indefinido, mientras que el gerente de operaciones de Majaz, Andrew Bristow, manifest� su inter�s en que se reanude el di�logo. 

Al respecto, el viceministro de Minas, R�mulo Mucho tambi�n ha revelado su intenci�n de viajar a Huancabamba con una comitiva para escuchar los planteamientos de los ronderos.

Condiciones m�nimas para el di�logo

1. Para la ONG Pro Di�logo, especializada en resoluci�n de conflictos, el Estado tiene la obligaci�n de crear las condiciones m�nimas para que prospere el di�logo en el caso Majaz.

2. Con este prop�sito, propone iniciar una cruzada para poner fin a la violencia, con la participaci�n de la Iglesia, la sociedad civil, las autoridades y los medios de comunicaci�n.

3. En el desarrollo del conflicto se ha captado mucha desinformaci�n en las poblaciones aleda�as al campamento minero Majaz sobre el verdadero impacto ambiental en la zona, seg�n Pro Di�logo. 

4. Se han asumido posturas que dividen y polarizan la situaci�n con un discurso de pro y anti mineros. Se ha identificado �a supuestos culpables en representantes de la iglesia, ronderos y ONGs lo cual contribuye a exaltar posiciones inflexibles y destructivas�. 

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