PER�

En la Comisi�n de Energ�a y Minas del Congreso se encuentra un dictamen que pretende establecer las "regal�as mineras" como una contraprestaci�n del sector privado al Estado por la explotaci�n de los yacimientos minerales. Este proyecto propone, en s�ntesis, que se cree una regal�a de 3% sobre las ventas brutas de los minerales, cuya distribuci�n preferente a las regiones pretender�a disfrazar de justiciera esta medida. 

Si bien esta propuesta legislativa ha merecido la opini�n contraria del ministro del sector, y hasta donde tenemos entendido cuenta con la desaprobaci�n del presidente Toledo, lo cierto es que mientras esta propuesta legislativa no sea discutida y descartada, existir� una amenaza para los proyectos mineros presentes y futuros en el pa�s. 

Ni bien esta propuesta legislativa fue conocida, inversionistas de varias nacionalidades se preocuparon por los alcances y perjuicios de la misma en sus proyectos mineros. 

El Estado y las regiones se benefician cada vez que se pone en marcha un nuevo proyecto minero, no solo por el Impuesto a la Renta que esta industria paga (buena parte redistribuidos a las regiones y localidades por el canon minero), sino adem�s por el efecto de encadenamiento que lleva a generar nuevas demandas en insumos y servicios. 

Este es el secreto del desarrollo del pa�s con la miner�a. Quienes sostienen esta equivocada propuesta legislativa afirman tener el respaldo de un estudio encargado por el BID al profesor James Otto. Sin embargo, el propio profesor Otto, en una reciente visita al Per�, desminti� p�blicamente tales afirmaciones, pues este consideraba la posibilidad de establecer regal�as pero en un contexto tributario mucho mayor, que ni remotamente podemos so�ar, como el de tener un arancel 0 para la importaci�n de insumos y equipos, entre otros. 

Sacar de contexto su paquete tributario y extraer de este solo una parte es falsear claramente su estudio, por lo que manifest� estar en contra de imponer una regal�a minera en los t�rminos planteados en el Congreso. Mientras el proyecto no sea definitivamente descartado en el Congreso, estamos perdiendo una vez m�s oportunidades de inversi�n, pues ante proyectos equivalentes, la inversi�n se dirigir� a los pa�ses que le ofrezcan mayor seguridad y una rentabilidad adecuada. 

Algunos congresistas confunden este proyecto con la soluci�n de los problemas de las localidades pobres en donde se encuentren los yacimientos mineros. Nada m�s equivocado, pues el instrumento llamado a beneficiar a las poblaciones cercanas a las minas exitosas es el canon minero, el cual puede perfeccionarse para asegurarse que los impuestos generados por la explotaci�n de las minas satisfagan las necesidades m�s urgentes de estos pueblos, cuya expectativa de progreso despierta ante la presencia de una empresa que puede poner en marcha una mina en la zona. 

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